Comprar alimentos en exceso es un hábito que puede resultar perjudicial para tu bolsillo y tu economía. Muchas veces, nos dejamos llevar por la tentación de adquirir más comida de la que necesitamos, solo para terminar desperdiciándola al paso de los días. Las alacenas llenas de productos vencidos son un claro ejemplo de que más de la mitad de los alimentos que compramos no son útiles y solo generan un desperdicio innecesario.
Pero no te preocupes, existen soluciones efectivas para evitar este tipo de situaciones. En este artículo, encontrarás consejos valiosos de expertos en economía y alimentación que te ayudarán a ahorrar dinero y a optimizar tus compras de alimentos. Desde planificar tus comidas hasta comprar alimentos en temporada, hay muchas formas de reducir el desperdicio y mejorar tu economía familiar.
Escucha las historias y los consejos de aquellos que han vivido situaciones similares a la tuya, y aprende de sus experiencias para mejorar tus hábitos de compra y ahorrar dinero en la alimentación.
La bolsa del almuerzo.
¡La razón por la que se oye tanto este consejo es porque funciona! Si la compra de almuerzo en el trabajo cuesta $100, pero hacer el almuerzo en casa sólo cuesta $50, entonces en un año, usted podría permitirse el lujo de crear un fondo de emergencia $5000 y todavía tiene dinero de sobra.
Come fuera una vez menos cada mes.
Ahorre dinero sin sacrificar tu estilo de vida tomando pequeños pasos para reducir su presupuesto para comer. Comienza con la reducción de la cantidad que te comes fuera por apenas una vez por mes.
Haz una lista de compras de comestibles.
La gente que hace compras de comida con una lista, y comprar poco más, gastar mucho menos dinero que los que deciden qué comprar cuando lleguen al mercado de alimentos. El ahorro anual podría ser, fácilmente, de miles de pesos.
Tienda por precio unitario.
Muchas tiendas de comestibles listan un costo por unidad de cada artículo, tal como el precio por litro o kilo. Utiliza estas pegatinas cuando compare las compras para el mismo producto, sólo en un tamaño diferente.
Quédate con el agua.
Es estándar en la industria del restaurante para marcar el costo de alcohol por tres a cinco veces. Así que una manera fácil de reducir el gasto de su restaurante sin cambiar sus hábitos demasiado drásticamente es saltar las bebidas alcohólicas y no alcohólicas.
Ahorra tiempo y dinero duplicando la receta.
La próxima vez que hagas el platillo favorito de la familia, haz el doble de la receta y congelar las sobras para otro día. De esa manera puedes obtener dos comidas de uno y utilizar los ingredientes más eficientemente con menos residuos. Las cacerolas de aluminio de varios tamaños se pueden comprar más baratas, especialmente al comprar a granel, y hacen congelar y recalentar un broche de presión.